Las relaciones de comercio e inversión entre Colombia y Venezuela

Autor
Iturbe de Blanco, Eglé
Fecha
Oct 1997
EDITOR
INTAL
Venezuela y Colombia cuentan con una larga trayectoria histórica en sus relaciones económicas. Comercian entre ellas y sus nacionales a lo largo de la frontera desde su nacimiento como naciones e interactúan entre ambos países como si fuera uno solo. Al norte, en la península de la Guajira, viven poblaciones indígenas comunes cuyo sustento es el comercio entre ambos lados de la frontera; y al sur, en los estados andinos venezolanos limítrofes con los llanos colombianos, tradicionalmente se ha dado un dinámico comercio registrado y no registrado (contrabando), cuyo producto no queda en la frontera sino que se distribuye a lo largo y ancho de ambos países y muy especialmente en Venezuela, por su facilidad geográfica. Este comercio tiene signo positivo para cualquiera de los dos países dependiendo de las condiciones económicas reinantes en cada uno de ellos al momento de realizarse la actividad comercial. La promoción del comercio y las inversiones entre ambos países está contenida en los postulados de la política internacional de cada uno de ellos, y en la estrategia que están adelantando para participar en los beneficios derivados del comercio internacional de naciones. Colombia, en este panorama de interdependencia y globalización, promueve el respeto de la libre determinación de los pueblos, la solución pacífica de controversias, la soberanía y la integridad territorial, la no intervención en los asuntos internos de los Estados y, en general, de todos los principios del derecho internacional. Entiende que las políticas sobre los temas globales deben ser definidas por los Estados, y por la sociedad internacional en general, no sobre la base de una mayor tolerancia hacia la intervención unilateral de los países más poderosos sobre los más débiles, sino en el marco de esquemas de cooperación que tengan el efecto de distribuir equilibradamente los costos que implica alcanzar los objetivos comunes en el tratamiento de tales asuntos. Los procesos de globalización e interdependencia no justifican la intervención sino que hacen imperativa la necesidad de fomentar la cooperación internacional.