Vinculando pagos de protección social con el ahorro: Programa Proahorros

En América Latina y el Caribe, millones de mujeres de bajos ingresos reciben pequeños pagos periódicos de sus gobiernos, incluyendo transferencias monetarias condicionadas (TMC). Se ha estimado que 1 de cada 4 familias de la región recibe algún apoyo del gobierno. Para estas mujeres, que con frecuencia trabajan por cuenta propia o dependen de empleos de subsistencia, la gestión de su liquidez y una buena planificación financiera, por ejemplo, poder ahorrar para un propósito, en lugar de gastar el subsidio en cuanto se recibe, se vuelve esencial para ser menos vulnerables y crecer económicamente, incluida la inversión en necesidades más grandes de hogares y negocios.
En este estudio de caso nos preguntamos: ¿tienen demanda de productos de ahorro líquido y programado las receptoras de pagos de gobierno, si logramos adaptarlos a sus necesidades y preferencias? Y si es así, ¿cómo pueden las instituciones financieras desarrollar modelos de negocio sostenibles para escalar esos productos?
Para responder a estas preguntas, examinamos los resultados del programa ProAhorros, que apoyó el diseño y / o la adaptación de productos de ahorro líquidos y programados a las necesidades y preferencias de la población de bajos ingresos en 8 proyectos: Belice, República Dominicana, Ecuador, El Salvador, México y Perú. Como resultado de estos proyectos, más de 230.000 personas han abierto cuentas de ahorro, casi la mitad de ellas por primera vez.
El estudio de caso incluye recomendaciones para desarrollar estrategias de negocio exitosas para aumentar el número de ahorros de mujeres de bajos ingresos, incluidas las características de productos de ahorro líquido y programado, estrategias de marketing y canales, y educación financiera.