Una radiografía de la resiliencia de las empresas de la región andina para enfrentar el COVID-19

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Fecha
Jun 2020
En este documento se realiza un diagnóstico de la resiliencia de las empresas de la región andina antes del COVID-19. Para ello se toma como base la literatura que estudia la resiliencia de una empresa ante disrupciones en sus cadenas de suministro como la capacidad de: (i) anticipar o prepararse para la disrupción, (ii) resistir el choque, y (iii) recuperarse rápidamente del mismo.
El foco de este documento es el estudio de las fases de preparación y de resistencia. Para la primera fase, construimos un índice de preparación de las empresas andinas, para lo cual utilizamos información proveniente de las encuestas empresariales del Banco Mundial (WBES), de una nueva encuesta de prácticas gerenciales para la región andina, y se complementa con un análisis proveniente de la información de las encuestas de innovación disponibles. Encontramos que las empresas de menor tamaño son las menos preparadas para enfrentar disrupciones de las cadenas de suministro y que componentes como el tipo de financiamiento utilizado, el no poseer local propio y la baja productividad son sus mayores debilidades en este aspecto.
Para el análisis de la fase de resistencia se utiliza información de los estados financieros de las empresas disponibles para Ecuador y Perú, para construir indicadores de suficiencia de liquidez y de inventarios para resistir el choque actual. Encontramos que la mediana de las empresas en Perú y Ecuador solo podrían resistir 38 y 28 días de paralización con sus activos más líquidos, respectivamente. Complementamos esta sección con indicadores de percepción de las empresas sobre el desempeño de sus negocios y las acciones que vienen implementando a partir de encuestas realizadas por las cámaras de comercio durante los meses de marzo y abril.
El análisis del desempeño de las empresas en cuanto a anticipación, resistencia y respuesta permitiría identificar a los segmentos de empresas que podrían requerir de políticas públicas más activas para poder mantenerse a flote y, una vez superada la peor etapa de la pandemia, reanudar gradualmente sus operaciones. Este análisis ayudará a complementar los esfuerzos que los gobiernos ya vienen realizando para apoyar a las empresas más afectadas.