Quo vadis Impuesto a la Renta?: Hacia el IRPF-CD
Fecha de emisión
Nov 2017
El sistema de imposición a la renta ha superado los 200 años de existencia. Su capacidad de adaptación a los cambios culturales, económicos, políticos y sociales, lo han convertido en el mayor recaudador en la historia de la humanidad. La crisis financiera de 2008 y las consecuentes crisis fiscales generaron cambios administrativos fundamentales, entre los cuales destaca el mayor impulso a la transparencia tributaria. Estos cambios representan un desafío y una oportunidad de modificación al diseño de la imposición a la renta. Los sistemas financieros de los países desarrollados, necesitados de enormes rescates y en un entorno de inseguridad generalizada (intervención de bancos y aseguradoras, y desplome bursátil), corrían el riesgo de perder las ventajas competitivas ligadas a su estabilidad institucional y regulatoria. Así, las deudas soberanas crecieron vertiginosamente por estímulos fiscales para recapitalizar los mercados de capitales, acompañado de una creciente disconformidad por el alto desempleo y la aceleración de la concentración del ingreso. Como resultado, se produjo una convergencia de intereses entre los Estados y la sociedad civil para poner fin a la opacidad tributaria. Los compromisos de la cooperación internacional para el intercambio automático de información, la determinación de los beneficios empresariales en cada país del proyecto BEPS (Base Erosion and Profit Shifting), y el conocimiento del beneficiario final de la propiedad no solo permiten combatir la evasión y la elusión fiscal, sino que también abren posibilidades de cambios en la política tributaria. Este documento propone una nueva modalidad de imposición a la renta basada en estos cambios administrativos. Se propone un impuesto a la renta personal comprehensivo de todas las rentas del sujeto pasivo a escala mundial y en base devengada (IRPF-CD), con el impuesto a la renta empresarial que lo complementa en sus funciones de instrumento de políticas, control tributario y adelanto recaudatorio (retención) del propio IRPF-CD. El tributo propuesto es comprehensivo de toda la renta global del contribuyente, sin excepciones, renta que se grava sobre base devengada y en integración completa con el impuesto a la renta empresarial. El tratamiento tributario final del individuo será el correspondiente al país de residencia y, por tanto, los movimientos a la búsqueda de una menor tributación en fuente sirven de poco. En nuestro criterio, esta arquitectura permitiría aumentar la recaudación, la eficiencia, la equidad, la simplicidad y la “coordinabilidad” del tributo respecto a los diseños vigentes. Sin duda, el impuesto a la renta necesita modernizar su estructura ante la nueva realidad y este trabajo pretende ser un aporte a ese proceso.