IDB-9: Evaluación del Marco de Desarrollo del Sector Privado

Fecha
Mar 2013
El presente informe detallado evalúa el accionar del Banco Interamericano de Desarrollo (BID o Banco) relativo al desarrollo a través del sector privado (DSP) exigido por el Noveno Aumento General de Capital (BID-9). Concluye que la Administración ha adoptado las medidas formales necesarias para abordar la mayoría de los requisitos: elaborar una nueva Estrategia de DSP; redactar un Plan Operativo sin Garantía Soberana (NSG); establecer directrices para sectores específicos, comenzando por las pequeñas y medianas empresas; revisar las directrices de NSG relativas a las entidades con participación pública; expandir en forma gradual los límites prudenciales de NSG; respaldar a la Corporación Interamericana de Inversiones (CII) con crédito subordinado; adaptar la combinación entre los sectores público y privado a los requisitos de cada país; adoptar medidas para mejorar la coordinación entre DSP y las ventanillas de operaciones del sector privado; y tomar medidas para reforzar la efectividad de NSG en el desarrollo. El área principal que aún no ha sido abordada es la integración de las operaciones NSG en los programas y en las Estrategias de País. No obstante, el presente informe detallado también concluye que estas medidas todavía no ofrecen una manera apropiada y efectiva de alcanzar los objetivos subyacentes del BID-9 con respecto al respaldo del Grupo BID para el desarrollo a través del sector privado. Los documentos estratégicos no trazan una estrategia relevante en términos efectivos y operativos que garantice un valor agregado sustancial en el respaldo del BID a través del sector privado. Tal estrategia necesitaría reconocer los motores de aumento de la productividad y crecimiento económico, y construirse sobre ellos: fomentar la entrada, crear nuevos mercados y apoyar la competencia y la innovación. Estos motores dependen tanto de las iniciativas del sector público destinadas a mejorar el ámbito de negocios, como de la respuesta del sector privado y, por consiguiente, una estrategia efectiva tiene implicaciones importantes respecto de las áreas de garantía soberana (SG) y NSG del Banco, y respecto del Grupo BID en su conjunto. Un desafío significativo es la coordinación entre ambas áreas del Banco y entre las diversas ventanillas del sector privado dentro del Grupo BID. A pesar de los reiterados intentos de la Administración del Banco por reforzar la coordinación, ésta continúa siendo un importante desafío. De hecho, el análisis concluye que las operaciones que cuentan con acciones coordinadas de SG y NSG, así como con objetivos integrados, son escasas. La limitada coordinación ha derivado en pérdidas significativas de oportunidades, no sólo en términos de infraestructura, donde una colaboración fuerte traería beneficios concretos (por ejemplo, en operaciones que involucran alianzas público-privadas y concesiones). La coordinación también podría realzar la adicionalidad del Banco en las operaciones del sector financiero, con mejoras en la regulación de los mercados financieros conjuntamente con un apoyo de segundo nivel o el establecimiento de facilidades con instituciones financieras cliente. Asimismo, OVE concluye que, a pesar de haberse avanzado en este sentido, el cumplimiento de los requisitos del BID-9 relativos a la efectividad en el desarrollo es aún una tarea pendiente. Con miras al futuro, es esencial que el Banco forje una visión común en todos los niveles de la institución respecto del sector privado y a la vez optimice el potencial de colaboración entre las áreas pública y privada del Banco. El presente informe detallado recomienda ciertas opciones estructurales y medidas relativas a incentivos que van en esa dirección.