IDB-9: Gestión Financiera y de Riesgos
Fecha
Mar 2013
Este informe analiza en qué medida el Banco Interamericano de Desarrollo (BID, o el Banco) ha implementado completa y efectivamente los requisitos del BID-9 en relación con la gestión financiera y de riesgos. El BID-9 incluyó cuatro requisitos en este área: (i) adoptar un Modelo de Gestión de Ingresos (IMM) basado en reglas; (ii) implementar la recientemente aprobada Política de Suficiencia de Capital (CAP) basada en riesgos; (iii) ejecutar una serie de acciones acordadas con el fin de mejorar la sostenibilidad a corto plazo del Fondo para Operaciones Especiales (FOE); y (iv) continuar fortaleciendo el Marco de Gestión de Riesgos del Banco. El Banco ha implementado completamente las acciones de gestión financiera y de riesgos establecidas en el BID-9. El carácter prescriptivo y detallado de los mismos requisitos contribuyó a su plena implementación. En términos de efectividad, el IMM impone disciplina financiera y mejora la sostenibilidad del Banco al vincular directamente las erogaciones del Banco con sus ingresos a través de los cargos sobre préstamos. Por su parte, la CAP respalda una gestión prudente de riesgos y la calificación AAA del Banco. Sin embargo, las medidas tomadas por el FOE no serán suficientes para garantizar su sostenibilidad hasta 2020, tal como están establecidas en el BID-9, por lo que la Administración está trabajando para proponer medidas adicionales para someterlas a aprobación del Directorio. Algunas cuestiones relativas al IMM y la CAP ameritan una mayor revisión en el futuro. En primer lugar, el IMM es muy estricto, con una amplia cobertura de gastos administrativos y su inclusión de gastos no operativos. En segundo lugar, no queda claro si las reservas de capital para la exposición de las operaciones con y sin garantía soberana reflejan adecuadamente sus niveles relativos de riesgo, o conducen al aprovechamiento más efectivo del capital del Banco. En tercer lugar, la regla de utilización de la capacidad de endeudamiento -aunque quizás tranquilizadora para inversores potenciales- está desactualizada y no es relevante para el mantenimiento de la calificación AAA del Banco, mientras que un criterio que las agencias calificadoras sí consideran importante (la concentración de cartera por país) no es considerado en las reglas del Banco. Por último, la arquitectura financiera del BID-9 se orienta hacia el ámbito interno del Banco y por tanto no promueve una focalización en su competitividad financiera externa. En vista de las consideraciones mencionadas, OVE sugiere que el Banco (i) considere introducir mayor flexibilidad en el IMM mediante el establecimiento de una banda de cobertura administrativa y tal vez la exclusión de ciertos gastos no operativos; (ii) revise la regla de acumulación de capital y el capital reservado para las exposiciones de las operaciones con y sin garantía soberana; (iii) actualice las reglas financieras del Banco mediante la paulatina eliminación de la regla de capacidad de endeudamiento no utilizado; y (iv) utilice la arquitectura financiera y de riesgos como una herramienta para la toma de decisiones estratégicas en lo que se refiere al tamaño proyectado del Banco, la combinación de préstamos con y sin garantía soberana, el nivel de apoyo contracíclico esperado, el papel del FOE y el enfoque del Banco respecto a futuras capitalizaciones.