Evaluación del Programa de País: México (2007-2011)

Fecha
Jan 2013
Esta Evaluación de Programa de País (EPP) cubre el período 2007-2011.La evaluación analiza particularmente la relevancia del Programa del BID en relación con los desafíos fundamentales de México, además de tres pilares que el BID ha venido desarrollando para aumentar su relevancia en México: el trabajo con el sector privado y a nivel subnacional, y el uso estratégico de la asistencia técnica. El nivel de negocios con México durante 2007-2011 ha sido superior al del período anterior, invirtiendo la tendencia a la baja observada durante finales del período anterior e inicios del presente. Asimismo, el Banco ha revitalizado su rol de interlocutor en el diálogo de política social, demostrado que, si se resuelven los obstáculos jurídicos existentes, puede ampliar su, hasta ahora, limitado pero importante papel en el fortalecimiento de los gobiernos sub nacionales. Si bien el Banco ha venido perdiendo relevancia en términos relativos, sigue aportando beneficios financieros, técnicos y operativos a México. El Programa ha sido relevante con los desafíos estructurales y con uno de los tres desafíos del período (la crisis financiera), y parcialmente con los dos restantes (la gripe A/H1N1 y el incremento de la violencia). En cuanto a los tres aspectos citados en relación con el posicionamiento del Banco, la Evaluación considera que: (i) el trabajo del Banco en el sector privado, si bien casi ha cuadriplicado su volumen de negocios con respecto al período anterior y ha tenido un marcado valor contra cíclico, no es posible identificar claramente los criterios usados para racionalizar o priorizar el trabajo en el sector, o seleccionar las distintas ventanillas vis à vis la ventaja comparativa del Banco, las condiciones de mercado del país y los documentos de estrategia aplicables; (ii) el Banco y el Gobierno de México a pesar de los importantes esfuerzos realizados durante el período para resolver las limitaciones legales existentes que le impiden trabajar directamente con los Gobiernos Subnacionales, aún no han encontrado un mecanismo eficaz y eficiente para apoyarlos, como muestra el hecho de que sólo se hayan aprobado dos operaciones por US$660 millones en cinco años; y que (iii) en relación con el uso de la asistencia técnica, si bien ésta ha sido bien recibida y ha coadyuvado a que el Banco revitalice su rol de interlocutor en el diálogo de política social, existe un amplio margen de maniobra para mejorar su focalización estratégica. Cabe resaltar que ha habido un nivel histórico de aprobaciones y que la eficiencia de la cartera, en términos de tiempos y costos de preparación y ejecución, ha mejorado con respecto al período anterior y de otros países. La evaluabilidad del Programa ha mejorado en general a lo largo del período, pero la evaluabilidad de las operaciones del sector privado y de la asistencia técnica es baja. La Oficina de Evaluación y Supervisión recomienda al Banco considerar algunas opciones específicas para mejorar la coherencia estratégica del programa, mejorar el trabajo del Banco en el sector privado, reducir los costos de transacción para mantener su competitividad, así como para poder interactuar con mayor alcance con los GSNs y mejorar el enfoque estratégico de la asistencia técnica.