Medición de la calidad de vida en la ciudad de Guatemala y su importancia en el diseño de una política pública municipal
Fecha de emisión
Nov 2014
La ciudad de Guatemala ha crecido rápidamente y de forma desordenada, lo cual implica que no todas las zonas o los barrios de la ciudad reciben o se benefician de los servicios prestados por el gobierno municipal. A fin de determinar el impacto de la provisión o ausencia de servicios municipales en los hogares en diferentes zonas de la ciudad, estudiamos la calidad de vida en la ciudad de Guatemala de modo de ver cómo esta puede apoyar la definición de políticas públicas tanto en materia de inversión como de provisión de servicios municipales. Para ello, utilizamos dos métodos complementarios: precios hedónicos y preguntas de satisfacción. El método de precios hedónicos se basa en los precios o rentas de las viviendas para inferir la contribución de las características de los vecindarios y la ciudad sobre la calidad de vida. Para complementar este método se emplearon preguntas de satisfacción enfocadas en la vida, el vecindario y la ciudad. Al igual que en estudios previos, encontramos que la satisfacción en la vida aumenta significativamente con los ingresos, pero que el nivel de ingresos no afecta la satisfacción de vida, aun cuando la desigualdad de ingresos en la ciudad es alta. Con ambas metodologías se muestra que la provisión del servicio de recolección de basura aumenta la calidad de vida. Los daños en las viviendas a consecuencia de las precipitaciones reducen significativamente los niveles de satisfacción con la vida, la vivienda, el vecindario y la ciudad. Las tasas de criminalidad reducen significativamente las rentas de las viviendas pero no están asociadas con los niveles de satisfacción. Se concluye que para que esta metodología sea útil en la generación de políticas públicas novedosas y a la medida de las necesidades de los vecinos en los barrios que tienen espacio para mejorar su calidad de vida, la administración municipal debe contar con información adecuada de forma geo-referenciada, un plan de ordenamiento territorial actualizado y capacidad para ejecutarlo, catastros de propiedad y fiscal actualizados, una gestión financiera moderna, participación ciudadana, y capacidad de desplegar la administración municipal en el territorio.