Modernización de centrales hidroeléctricas en América Latina y el Caribe: Identificación y priorización de necesidades de inversión
Fecha de emisión
Dec 2020
La energía hidroeléctrica es la fuente de energía renovable más utilizada en el mundo, y en América Latina y el Caribe (ALC) abastece casi el 50% de la demanda de electricidad. Las proyecciones actuales identifican que la capacidad hidroeléctrica instalada aún seguirá creciendo para atender a la demanda eléctrica futura. Este crecimiento debe considerar la rehabilitación del parque existente, y no solamente el desarrollo de nuevos proyectos. Considerando que una parte importante del parque hidroeléctrico latinoamericano se desarrolló hace más de dos décadas, es de vital importancia identificar las necesidades de modernización de las centrales hidroeléctricas de la región. La mayor ventaja de la rehabilitación es que muchos de los impactos ambientales y sociales ya han sido mitigados, además de ser, en general, inversiones de alta rentabilidad. Este aspecto es de mucha relevancia, debido a la necesidad de respaldo de generación firme en los sistemas existentes y en aquellos que están incorporando energía renovable intermitente, considerando además los desafíos presentes para el desarrollo de nuevas centrales hidroeléctricas, particularmente con grandes embalses.
El presente estudio identificó el potencial de modernización en términos de número de plantas y capacidad instalada, por región y país, considerando centrales de más de 10 MW y más de 20 años de antigüedad, y estimó la inversión necesaria. Para los cerca de 113 GW analizados en este estudio, los resultados muestran que se requiere una inversión de aproximadamente USD 32.952 millones en modernización, sólo considerando instalaciones eléctricas y electromecánicas, foco de este trabajo. Es evidente que, para atender una inversión de esta magnitud en la región, es necesaria una acción inmediata y coordinada por todos los actores, tanto públicos como privados, lo que implica un rol activo de los reguladores y entidades de planificación, habida cuenta de las restricciones fiscales que pueden surgir por las políticas desarrolladas para atender las consecuencias del COVID19.
Las centrales hidroeléctricas son fundamentales para el desarrollo sostenible de la matriz eléctrica de la región, no solo por el suministro energético renovable que proveen, sino también por la capacidad tecnológica de proporcionar otros servicios auxiliares, como ser flexibilidad y generación en punta, regulación de frecuencia, almacenamiento de energía, entre otros, mismos que actualmente permiten la incorporación masiva de fuentes de generación intermitente (solar y eólica). Por ello, los avances que se puedan lograr en los marcos regulatorios para que reconozcan adecuadamente el valor de todos los servicios que las centrales hidroeléctricas entregan al sistema, más allá de la energía, serán esenciales para incentivar inversiones no solo el desarrollo de nuevos proyectos hidroeléctricos, sino también para acelerar la modernización del parque hidroeléctrico existente, esencial para acompañar la transformación hacia una generación de bajo carbono y su sostenibilidad.
El presente estudio identificó el potencial de modernización en términos de número de plantas y capacidad instalada, por región y país, considerando centrales de más de 10 MW y más de 20 años de antigüedad, y estimó la inversión necesaria. Para los cerca de 113 GW analizados en este estudio, los resultados muestran que se requiere una inversión de aproximadamente USD 32.952 millones en modernización, sólo considerando instalaciones eléctricas y electromecánicas, foco de este trabajo. Es evidente que, para atender una inversión de esta magnitud en la región, es necesaria una acción inmediata y coordinada por todos los actores, tanto públicos como privados, lo que implica un rol activo de los reguladores y entidades de planificación, habida cuenta de las restricciones fiscales que pueden surgir por las políticas desarrolladas para atender las consecuencias del COVID19.
Las centrales hidroeléctricas son fundamentales para el desarrollo sostenible de la matriz eléctrica de la región, no solo por el suministro energético renovable que proveen, sino también por la capacidad tecnológica de proporcionar otros servicios auxiliares, como ser flexibilidad y generación en punta, regulación de frecuencia, almacenamiento de energía, entre otros, mismos que actualmente permiten la incorporación masiva de fuentes de generación intermitente (solar y eólica). Por ello, los avances que se puedan lograr en los marcos regulatorios para que reconozcan adecuadamente el valor de todos los servicios que las centrales hidroeléctricas entregan al sistema, más allá de la energía, serán esenciales para incentivar inversiones no solo el desarrollo de nuevos proyectos hidroeléctricos, sino también para acelerar la modernización del parque hidroeléctrico existente, esencial para acompañar la transformación hacia una generación de bajo carbono y su sostenibilidad.