Marco territorial para el desarrollo inclusivo, sostenible y verde de la Región Amazónica Andina

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Fecha
Jan 2024
La Amazonía es uno de los recursos más complejos y ricos del mundo. Con sus 5,5 millones km2 de denso bosque tropical y 7,9 millones de km2 de cuenca, esta es una de las regiones más biodiversas y ricas del planeta. En Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela la Región Amazónica Andina (RAA) estos 2,7 millones de km2 además son el hogar de aproximadamente 24,7 millones de personas, incluyendo más de 200 grupos indígenas conocidos.
A pesar de sus ventajas y los esfuerzos invertidos, la RAA, su territorio y población, siguen estando expuestos a una serie de desafíos sociales, económicos y de conservación. Estos desafíos no han permitido aprovechar de forma responsable este bien natural tan rico y diverso, y contribuyendo a un rápido proceso de deforestación, altos niveles de pobreza y exclusión y bajos niveles de productividad. La pregunta que emana de estos desafíos es: ¿Cómo promover un modelo de desarrollo inclusivo, sostenible y que al mismo tiempo proteja al medio ambiente y el capital natural de la RAA?.
Para responder a esta pregunta, este estudio realiza un análisis de brechas de desarrollo para la RAA. La metodología utiliza una combinación de técnicas cuantitativas y cualitativas para identificar y medir las brechas de desarrollo en el territorio, tanto a nivel sectorial como multisectorial, y propone un modelo de intervención basado en redes y nodos. El análisis se construye sobre la premisa que los modelos de desarrollo en esta región deben enfocar los esfuerzos en tres grandes ámbitos que permitan atender los retos internos y externos de cada país de forma focalizada y eficiente, desencadenando el cierre de las brechas de desarrollo: 1. Aprovechar responsablemente las riquezas existentes, incluyendo el conocimiento milenario de su población y territorios; 2. Proteger el medioambiente y los recursos naturales; 3. Promover un modelo productivo que sea inclusivo y verde.
Los resultados muestran que el 85,6% de la población y 94% del territorio del estudio experimenta al menos una brecha de desarrollo. En términos de área afectada, la brecha de acceso a agua potable, de acceso a educación primaria y secundaria en áreas rurales y de inversión en actividades verdes e inclusivas son las más severas: afectando a 45,9%, 45,2% y 52,1% del área respectivamente. Mientras que las brechas de inversión en resiliencia climática, acceso a subestaciones eléctricas, e inversión a actividades verdes e inclusivas son las brechas que afectan a un mayor número de personas: 54%, 41,9% y 35,7% de la población respectivamente.
La estimación de 20 brechas sectoriales permite crear un índice multisectorial, con el que se identifica la concentración de brechas en una región. Se calculan tres índices en el estudio: de capital humano, de protección medioambiental y de oportunidades económicas. Los resultados muestran que más de un millón de personas experimentan al menos seis brechas de desarrollo humano, más de 14 millones de personas viven en áreas con brechas en la conservación del capital natural y más de 10 millones de personas en edad de trabajar habitan en zonas con potencial de producción en sectores vinculados al desarrollo sostenible, verde e inclusivo.
Finalmente, aunque el estudio no desarrolla un menú de inversiones ni de intervenciones específicas, sí propone un modelo de desarrollo basado en nodos y redes que puede guiar tanto intervenciones a nivel nacional como regional. Este permite plantear un modelo de un desarrollo gradual, menos invasivo en el territorio y que aprovecha economías de escala, construyendo desde 18 nodos (o centros) productivos y de capital humano existentes en el territorio, conectándolos con 22 nodos secundarios para atender su aislamiento y mejorar las redes productivas y finalmente creando una red desarrollo a través del efecto cascada para reducir brechas sociales y productivas en el largo plazo en 24 nodos terciarios.