Las cárceles de América Latina y el Caribe ante la crisis sanitaria del COVID-19

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Fecha
Aug 2020
América Latina y el Caribe (ALC) tiene un millón y medio de reclusos y una tasa de encarcelamiento que se ha duplicado desde el año 2000: ha aumentado 120% versus 24% en el resto del mundo. Frente a la crisis de salud pública por el COVID-19, el impacto en el sistema penitenciario puede verse agravado por ser un virus altamente contagioso y con riesgo de rápida propagación dentro de las cárceles de la región, las cuales se caracterizan por tener grandes aglomeraciones de personas privadas de libertad, aunado a la precariedad y falta de recursos sanitarios dentro de los centros penitenciarios. Según la evidencia, las enfermedades contagiosas tienen mayor prevalencia dentro de las cárceles y, de propagarse el COVID-19, este generaría un enorme problema de salud pública que afectaría a los reclusos, sus familiares que les visitan y al personal. Todo esto con un agravante: del 1.5 millón de reclusos en los centros penitenciarios de ALC, 6% son mayores de 65 años, es decir: pertenecen al grupo de edad más vulnerable al virus. En este artículo se presentan algunas reflexiones de política pública para hacer frente a la gestión de una crisis sanitaria dentro de los sistemas penitenciarios de ALC