Habilidades para la vida: El estrés y el desarrollo cerebral en la primera infancia

Aprender a sobrellevar las decepciones y vencer los obstáculos es parte del crecimiento. Al superar algunos desafíos, los niños desarrollan la resiliencia. Dentro de esos factores de estrés normales pueden incluirse el inicio de una nueva actividad o la separación de los padres durante las horas de jardín de infantes. Sin embargo, cuando los desafíos de la infancia temprana se acentúan por factores de estrés importantes que ocurren fuera de sus propias vidas, los niños pueden comenzar a preocuparse por su propia seguridad y la de sus familias. Esto puede provocar estrés crónico, el cual interfiere en su desarrollo emocional, cognitivo y social. En el contexto de los países en desarrollo resulta particularmente difícil captar de modo precoz los efectos de los factores de estrés vinculados con la pandemia de COVID-19 en el desarrollo socioemocional y cognitivo de los niños. En el presente trabajo, nos valemos de la bibliografía existente sobre el efecto del estrés en el desarrollo cerebral y examinamos datos de una encuesta reciente de hogares con niños pequeños, realizada en cuatro países latinoamericanos, para brindar sugerencias sobre las políticas a implementar. Consideramos que los sistemas de cuidado y educación temprana cumplen un papel decisivo en la evaluación y manejo de las necesidades de salud mental de los niños. Ante la ausencia de la puesta en práctica de respuestas contundentes en múltiples frentes, las consecuencias de la salud mental pueden volverse duraderas.