El IVA personalizado revisado: una herramienta para la consolidación fiscal con equidad

A la salida de la pandemia los desequilibrios fiscales requerirán que en América Latina y el Caribe se implementen políticas de consolidación, aumentando los ingresos y/o reduciendo los gastos. En tributación surgen interrogantes con respecto a la suficiencia de la recaudación y la equidad de las medidas posibles. El IVA representa cerca del 40% de los ingresos de la región, pero tiene un impacto regresivo que puede mitigarse mediante dos estrategias alternativas. En el pasado se ha utilizado la estrategia “universal”, que provee alivio exonerando o gravando a tasas reducidas los bienes y servicios con alta participación en el consumo de los hogares de menores ingresos. Esto implica perder recursos que pueden destinarse a gasto social, no focalizar los beneficios favoreciendo también a los más ricos y dificultar la administración del impuesto. La estrategia alternativa, que presenta este estudio para cuatro países, es el IVA P, el cual propone: i) tender a la generalización de la base imponible, aumentando el recaudo; ii) procurar que se grave a una tasa única para maximizar la neutralidad del impuesto y favorecer su gestión y iii) lograr un alivio mediante la devolución de la carga (aumento) del impuesto para aquellos individuos que se desea beneficiar. Actualmente, cinco países aplican esta compensación mediante diferentes mecanismos.