El futuro del trabajo en América Latina y el Caribe: la flexibilidad, ¿llegó para quedarse?

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Fecha
Oct 2022
La pandemia del COVID-19 marcó un punto de inflexión en la manera de trabajar. La flexibilidad laboral que surgió por primera vez en Europa en los años 90 para facilitar el balance entre la vida personal y la vida laboral es hoy una tendencia global que los trabajadores consideran como un derecho y valoran incluso por encima del salario. América Latina y el Caribe no escapa de esta realidad, pero la flexibilidad laboral se vive de manera distinta en una región con altos niveles de informalidad laboral y regulaciones que hasta antes de la pandemia eran tímidas, se limitaban en algunos países solamente al teletrabajo, y escasamente contemplaban otras modalidades de arreglos de trabajo flexible como la posibilidad de acumular horas de trabajo (banco de horas), trabajar más horas unos días para disminuir la semana laboral (semana comprimida) o promediar horas de trabajo en periodos mayores a una semana (trabajo por ciclos).

En la actualidad, con la pandemia del COVID-19 como el gran catalizador, la gran mayoría de los países de la región cuentan con leyes de teletrabajo, y en varios se están promoviendo reformas que incluyen otros arreglos de trabajo flexible. Pero ¿son las ventajas de la flexibilidad homogéneas para todos los trabajadores y todos los trabajos en la región? ¿qué se entiende por arreglos de trabajo flexible y cómo está cambiando las dinámicas del mercado laboral en América Latina y el Caribe? ¿cómo ha evolucionado la regulación y el uso de estos arreglos en el mundo y en nuestra región?, y ¿qué efecto tienen los arreglos de trabajo flexible en la productividad de las empresas y el bienestar de los trabajadores en la región? ¿tiene implicancias sobre la desigualdad? En esta décima entrega de la serie El futuro del trabajo en América Latina y el Caribe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) intentamos responder algunas de estas interrogantes, al tiempo que presentamos los resultados de encuestas y entrevistas realizadas a empresas y trabajadores en 24 países de la región sobre el uso de flexibilidad laboral, sus efectos en los procesos productivos durante la pandemia, y sus perspectivas futuras.