El COVID-19 en los niños menores de 18 años

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Fecha
Jun 2022
Esta nota resume la evidencia sobre el impacto directo e indirecto del COVID-19 en los niños menores de 18 años. En primer lugar, se proveen cifras actualizadas para América Latina y el Caribe sobre la tasa de contagio y su severidad en esta población. Luego, se muestran las tasas de vacunación pediátrica actuales, así cómo y con qué vacunas se recomienda vacunar. Por último, se analiza el impacto de la pandemia en la salud, desarrollo físico, mental, socioemocional y el aprendizaje. A nivel global, el contagio en niños y adolescentes ha sido menor que en adultos, incluso para las nuevas variantes más transmisibles del virus. Lo mismo ha ocurrido con las tasas de morbilidad, incluso de largo plazo, hospitalización y mortalidad. Si bien la evidencia a la fecha no es concluyente en torno al rol de niños y adolescentes como vectores de transmisión, existe cada vez mayor consenso sobre la eficacia de las vacunas limitar su sintomatología, con niveles de efectividad similares a los de los adultos.
La vacunación pediátrica recién se lanza en algunos países de la región, pero otros ya han vacunado una buena proporción de esta población. Esto tiene implicancias importantes para la operación de centros de desarrollo infantil, prescolares y escuelas. Su cierre fue una de las primeras medidas de control que muchos países tomaron para evitar la propagación del virus. En buena parte de la región, estos cierres han sido los más largos del planeta. La evidencia compilada sugiere que estos cierres prolongados no han sido una medida particularmente eficaz para controlar la transmisión del virus. Esto, combinado con sus nefastos impactos en el desarrollo, el aprendizaje y la salud socioemocional de los niños urgen a la pronta remediación de las pérdidas de aprendizaje y de salud mental.