Admisión escolar centralizada y migrantes: El caso de Chile
Fecha
Jul 2020
En el año 2016, como parte de la reforma a la educación escolar impulsada por la expresidenta Michelle Bachelet (2014-2018), Chile implementó un Sistema de Admisión Escolar (SAE) centralizado. En este estudio analizamos su normativa e implementación, con foco en la población migrante y su acceso a la educación por medio de este sistema, es decir estudiamos cómo, en el caso chileno, el sistema centralizado de admisión genera igualdad de oportunidades de acceso, incluida en esa situación la población migrante.
De la revisión de la normativa se concluyó principalmente que, como la Constitución y las leyes chilenas establecen el principio de no discriminación y el derecho de las familias a escoger el establecimiento en que estudien sus hijos(as), las normas que establecen el funcionamiento del SAE en Chile cumplen con dichas exigencias, y posibilitan que los padres, madres o apoderados de niños, niñas y adolescentes (NNA) migrantes, cualquiera sea su estatus de residencia, participen en el proceso con las mismas garantías que sus equivalentes chilenos.
De manera similar se concluyó que el SAE permite acceder a la educación sin poner dificultades por la condición migratoria de NNA, es sencillo para ellos superar las dificultades administrativas de la postulación, y el único inconveniente se relaciona con la carencia de habilidades digitales, lo cual también se observa en los chilenos en situación de vulnerabilidad.
Se puede señalar, entonces, que los migrantes no son discriminados formalmente respecto de los postulantes chilenos y que el SAE, que abarca el 91% de la matrícula escolar de Chile, les facilita la incorporación al sistema educativo.
De la revisión de la normativa se concluyó principalmente que, como la Constitución y las leyes chilenas establecen el principio de no discriminación y el derecho de las familias a escoger el establecimiento en que estudien sus hijos(as), las normas que establecen el funcionamiento del SAE en Chile cumplen con dichas exigencias, y posibilitan que los padres, madres o apoderados de niños, niñas y adolescentes (NNA) migrantes, cualquiera sea su estatus de residencia, participen en el proceso con las mismas garantías que sus equivalentes chilenos.
De manera similar se concluyó que el SAE permite acceder a la educación sin poner dificultades por la condición migratoria de NNA, es sencillo para ellos superar las dificultades administrativas de la postulación, y el único inconveniente se relaciona con la carencia de habilidades digitales, lo cual también se observa en los chilenos en situación de vulnerabilidad.
Se puede señalar, entonces, que los migrantes no son discriminados formalmente respecto de los postulantes chilenos y que el SAE, que abarca el 91% de la matrícula escolar de Chile, les facilita la incorporación al sistema educativo.
